*¿Cómo hablar para que sus niños la escuchen y cómo escuchar para que sus niños le hablen? Es el libro de las psicólogas Adele Faber y Elanie Mazlish, que nos ofrece herramientas valiosas para crear una relación de respeto y amor.
Por Leticia Ríos
Las madres y padres soñamos con construir un ambiente familiar en armonía, en el que podamos entender a nuestros hijos y hacernos entender, pero muchas veces nos encontramos con una barrera enorme, independientemente de la edad, ¡No sabemos cómo comunicarnos con ellos!
Al tratar de educarlos para que sean niños responsables e independientes, descubrimos que, en la mayoría de las ocasiones, ellos ni siquiera escuchan lo que decimos. En medio de un berrinche, nosotros nos desesperamos y terminamos gritando o amenazando, para después sentirnos terriblemente culpables y frustrados.
El libro está dividido en cinco capítulos, en los que, a través de numerosos ejemplos, ejercicios e ilustraciones, las psicólogas nos van explicando, cómo encontrar una nueva forma de respetar a nuestros hijos y a nosotros mismos, expresando nuestra irritación sin hacer daño, para vivir sin culpas, ni recriminaciones.
1.¿Cómo ayudar a los niños a enfrentarse con sus sentimientos?
Las autoras destacan que cuando un niño se siente bien, se comporta bien, pero para ayudarlos a sentirse bien, necesitamos aceptar sus sentimientos y validar sus emociones.
Las conversaciones que tenemos con ellos terminan convirtiéndose en peleas, pero esto puede ser resultado de que no los escuchamos, porque “nos pasamos la vida repitiéndoles que no confíen en sus propias percepciones”, por ejemplo, cuando les pedimos que coman, aunque no tengan hambre, porque pensamos que ya es hora o cuando les queremos poner el suéter, pero ellos insisten en que tienen calor.
Es importante escucharlos con toda la atención posible, sin distracciones del celular, el televisor o la computadora, mirarlos a los ojos; además se debe ser empático, entender lo que están sintiendo y poner nombre a esa emoción, con frases como: “entiendo que estés enojado, con tu hermano. Dile lo que quieres, con palabras, no con los puños”.
2.¿Cómo obtener cooperación?
Las expertas señalan que una de las frustraciones más comunes de la paternidad es la cotidiana lucha para que nuestros hijos cumplan con los hábitos de limpieza, orden, cortesía y rutina.
Resulta importante no culpar, utilizar calificativos negativos; amenazar, dar órdenes, discursos o sermones, ser sarcásticos o compararlos con otros niños.
Los cinco pasos para fomentar la cooperación, sin afectarlos con sentimientos negativos son: describir el problema, dar información, decirlo con una palabra, por ejemplo, “David el pijama”, en vez de, “te he dicho mil veces que te pongas el pijama”, así como hablar de sus sentimientos y escribirles una nota.
3.Alternativas para el castigo
Como padres de familia podemos pensar que, si no castigamos los niños “se saldrán con la suya” o “que es la única forma de hacerlos entender”. El problema es que es un método que no da resultados; además de que los estamos privando de que se enfrenten a su mal comportamiento y asuman las consecuencias.
4.¿Cómo fomentar la autonomía?
Para ayudar a nuestros hijos a convertirse en personas independientes hay que permitirles que hagan las cosas por sí mismos, que luchen con sus problemas y que cometen sus propios errores.
Podemos dejar que ellos tomen sus propias decisiones, respetar sus esfuerzos, no hacer las cosas por ellos, ni darles las respuestas , entre otras sugerencias.
5. Las alabanzas
Cuando reconocemos aquellas cosas que nuestros hijos hacen bien, ellos se sienten motivados a repetir la misma conducta; pero además reafirmamos su valía. “Todo esto va a parar a su banco emocional y nadie se los puede quitar”.
Las alabanzas deben ser sinceras, no se debe evaluar al niño, si no, describir lo que se ve, por ejemplo: “un piso limpio, una cama bien hecha y unos libros bien ordenados ¡Es un placer entrar en esta habitación!” En lugar de “eres un niño bueno”, porque hizo sus deberes.